Desde el martes, poco a poco, gota a gota, tacita a tacita, y hasta esta madrugada pasada, al límite del plazo establecido, se han ido desgranando los resultados, que finalmente se resumen en un gráfico como éste:
Alassane OUATTARA: 32 %
Henri Konan BEDIE: 25%
Pasan a la final (segunda vuelta electoral) Gbagbo (presidente actual) y Ouattara (ex-primer ministro). Bedie y otros once candidatos se van a su casa.
Lo más importante, como ya conté, el exquisito ambiente de respeto, moderación y civismo mostrado en estos días tanto (y sobre todo) por la población como por los tres principales candidatos, así como por los medios de comunicación, sólo levemente alterado en el día de hoy por alguna manifestación y pequeñas algaradas de una minoría partidaria del candidato Bedie que en las últimas horas, y supongo que movido por la frustración (y la obediencia debida a las bases), ha denunciado presuntas irregularidades que, desde luego, sólo él ha percibido.
Resumiendo: una primera vuelta que, si bien en principio se presentó tensa y con mucha inquietud, finalmente se ha revelado como un proceso electoral absolutamente MODÉLICO, digno de ser exportado a toda África.
Menos amable (y con más nubarrones) se presenta la segunda vuelta (el 28), un combate entre dos pesos pesados a cara de perro. Ambos se juegan mucho.
Veremos.