Desde el pasado jueves 17, en el que una infernal lluvia de obuses de mortero lanzada por las fuerzas de seguridad de Gbagbo se abatió sobre el mercado de Abobó, ocasionando un número de víctimas civiles todavía no precisado (entre 25 y 30 muertos y de 45 a 60 heridos según el portavoz de ONUCI, Hamadoun Touré), una tensa calma se ha instaurado en la ciudad, a modo de tregua finisemanal y augurio, a juicio de muchos de sus habitantes, de malos presagios.
Abobó (Abidjan), 17 de marzo de 2011
"El patriotismo es el último refugio de los canallas" (Samuel Johnson)
La consigna del régimen ahora es "movilización", y los "jóvenes patriotas" se aprestan a enrolarse en el ejército, tras llamamiento de sus líderes, en vista de las numerosas incertidumbres que acechan a ese colectivo. en el que nadie se fía de nadie y las deserciones, excepción hecha de los jefes de alto rango, están a la orden del día.
Plateau (Abidjan), 21 de marzo de 2011
Como resultado, un panorama inquietante: centenares de jóvenes milicianos iracundos y radicalizados, ansiosos de venganza contra los imaginarios "enemigos de la patria", armados y prestos a cometer cualquier atrocidad en nombre de una pretendida "agresión universal" a su país en marcha.
Que Dios guarde a Costa de Marfil...