Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

domingo, 31 de octubre de 2010

El día D [Glubs, qué nervios!]

No os he hablado del tema, pero hoy es el día más crucial para Costa de Marfil de los últimos diez años. Se celebran elecciones presidenciales (aplazadas ¡seis veces!)

Hay tres candidatos principales en liza, dos con más posibilidades, pero no hay un pronóstico claro. La incertidumbre es TOTAL:
- por cómo se celebren y el resultado
- por si habrá una segunda vuelta, dependiendo de lo anterior (una 2ª vuelta significa siempre más incertidunbre y riesgos)
- por cómo reaccionen los perdedores

La expectación internacional (sobre todo de la comunidad francófona y de África negra en pleno) es enorme. Para que os hagáis una idea aquí está desplegado desde hace varios años el 2º mayor operativo del mundo de la ONU después del de Congo. Hay unas ganas terribles de que todo salga bien, tras los años de crisis (golpe de estado, guerra civil, partición del país), por parte de:
1. los marfileños de a pie, lógicamente (los políticos son otro cantar, como en todos lados)
2. Francia (Costa de Marfil ha sido siempre la "niña bonita" de la ex-metrópoli, y el centro económico de toda África Occidental)
3. los inversores extranjeros (incluidos empresarios españoles): si las cosas salen bien, el país puede volver a florecer económicamente y generar mucho negocio
4. los libaneses: sólo en Abidjan hay unos 200.000 y controlan todo el comercio que abandonaron los franceses en su huida el 2004.
5. la comunidad diplomática, que lleva años de esfuerzos por mediar y controlar el conflicto.

En fin, que estamos de los nervios porque nadie sabe lo que puede pasar.
Desearnos suerte...