Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

martes, 8 de marzo de 2011

Alto y claro

"Dejar a Gbagbo gobernar es traicionar la voluntad de la mayoría del pueblo mafileño. No hay ninguna razón por la que el ganador deba dejar el poder al perdedor. Ni siquiera por amor a su pueblo. Lo entendería si hubiera habido dudas sobre la victoria del Sr. Ouattara. Pero ¿cómo se puede dejar a Gbagbo, que ha perdido las elecciones, gobernar de nuevo a un pueblo al que mata cada día? ¿Ama a un pueblo al que corta la luz y el agua en el Norte?


No nos engañemos. Hay un grupo que llegó al poder por accidente, que ha degustado sus mieles y que está dispuesto a los peores crímenes con tal de no perderlo. Pero como es evidente que no podrá conservarlo, por eso ha decidido poner en práctica una política de "tierra quemada".

Por eso dejar a Gbagbo gobernar sin pelearse es entregar el país a la peor de las dictaduras."

Venance Konan, periodista y escritor marfileño. Tras las elecciones, y por sus opiniones contrarias al régimen de Gbagbo, fue perseguido y tuvo que huir del país. Actualmente se encuentra exiliado en Francia.