Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

miércoles, 12 de enero de 2011

A sangre y fuego

La tensión se acrecienta en el país y la violencia se recrudece. Si en la última semana se produjeron más de treinta muertos en la zona oeste, en torno a las ciudades de Douekue y Man, desde este pasado lunes Abobo, un barrio popular de Abidjan, ha sido escenario también de durísimos choques armados entre la población y policía y militares del gobierno, saldados hasta hoy con una decena de muertos.


Como consecuencia se ha decretado el toque de queda en la zona hasta el próximo viernes. Además varios soldados de la ONU han resultado heridos en incidentes provocados por seguidores del presidente Gbagbo. En definitiva, y como se temía, una espiral de caos y violencia derivada del bloqueo político al que el ex-presidente tiene sometido al país, y la crisis económica consiguiente, con la paralización de casi todas las actividades comerciales y productivas.