Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

jueves, 24 de febrero de 2011

¿Al borde de una guerra civil?


Cuando estalló la crisis de manera virulenta a mediados de diciembre, con los primeros muertos, y se pudo apreciar por vez primera su naturaleza y magnitud, todos, nativos y foráneos, nos autoimpusimos mentalmente un "plazo mágico" de tiempo en el que vislumbramos una posible salida del túnel: "tres meses, hasta marzo".

Era un plazo "redondo", psicológicamente muy confortable, programable, muy "administrativo". Un plazo en el que todos especulamos con nuestra teoría favorita para el fin de la crisis:
- "Se va. Definitivamente. Entre unos y otros le convencen, y finalmente se marcha. Hay que ofrecerle algo atractivo y darle tiempo, pero se va ".
- "Alcanzan un acuerdo. A la africana. Tú presidente, yo primer ministro y aquí paz y después gloria".
- "Nada, nada. No se despega ni con aguarrás. Aquí tiene que venir un comando y en una acción relámpago se lo lleva en volandas en un suspiro. Una acción militar "quirúrgica", limpia, y a otra cosa".
- "Esto vienen los africanos y lo arreglan: vía "supercomisión del copón", que a ver quién les tose, o los nigerianos, con tanques y a lo grande, cual "Séptimo de Caballería", como un elefante en una cacharrería".

Casi tres meses después la cruda realidad se ha impuesto: Laurent Gbagbo continúa en el poder contra la voluntad expresada por los marfileños en las urnas y Alassane Ouattara, el presidente electo, sigue recluido en el Hotel Golf de Abidjan junto con su gobierno.

Entretanto
- todas y cada una de las sucesivas mediaciones africanas (la última esta misma semana, pendiente aún de anunciar su "oferta vinculante") han fracasado estrepitosamente, con lo que la vía negociadora queda definitivamente sepultada, mientras que las sanciones y el embargo de Europa y Estados Unidos continúan estrangulando a Gbagbo en el cuello de los marfileños;
- el estado, en manos de Gabgbo, ha visto agostadas sus fuentes de recursos (cacao, puertos, impuestos);
- ya sólo permanecen abiertos (de forma ilegal) media docena de bancos locales, tras el cierre de todos los internacionales; Western Union y Money Gram han cerrado también;
- el sistema económico está sumido en el caos y al borde del colapso: las empresas, sobre todo las privadas, reconocen el cese casi total de sus actividades y el despido o reducción a mínimos del personal, y la imposibilidad de pagar salarios; en muchas de ellas sus gerentes, extranjeros, abandonan el país;
- otra consecuencia de ello a corto plazo será, posiblemente, el desabastecimiento de múltiples productos: gas, carburante, medicinas, productos alimentarios, etc;
- las compañías aéreas internacionales (Air France, Brussels, Air Maroc) hace ya semanas que redujeron sensiblemente sus vuelos y la nacional, Air Ivoire, prácticamente ha dejado de operar;
- este fin de mes decenas de miles de funcionarios (y quizá las fuerzas de seguridad), no van a poder cobrar sus sueldos; se verá en pocos días;
- es previsible un grave aumento de la inseguridad ciudadana (robos) ante la súbita carestía económica, unida al aumento del circulante de efectivo (por las retiradas masivas de fondos previas al cierre de los bancos)  y el posible impago de salarios de las empresas del sector de la vigilancia, muy introducido en la vida cotidiana de las clases medias y altas;
- se está produciendo el hostigamiento y acoso de los periódicos "no adeptos", que hoy ha culminado con el cierre de uno de los considerados más independientes.

Lo peor
La pasada semana Ouattara, en boca de su primer ministro Soro, lanzó un llamamiento encendido a la "revolución", al socaire quizá de los acontecimientos vividos en otros países de África, con objeto de movilizar definitivamente a los marfileños a la insurrección.

Desde el lunes los ya de por sí graves incidentes del barrio de Abobó (junto a los de Koumassi y Treichville) han ido degenerando en auténticas acciones de "guerrilla urbana", de más envergadura, acentuándose su gravedad a cada día que pasa y contándose ya por decenas los muertos producidos en las últimas horas. Se habla ya prácticamente de "ocupación" de la zona por parte de las fuerzas antigubernamentales. Ello ha comenzado a provocar un éxodo masivo de sus habitantes, que abandonan por miiles el barrio de forma caótica y precipitada, debido a la violencia de los choques y al ya insoportable nivel de inseguridad.

Hoy también han comenzado a producirse en el oeste del país enfrentamientos militares abiertos entre miembros  de las Forces Nouvelles (FN) pro-Ouattara y las Fuerzas de Seguridad (FDS) del gobierno Gbagbo: El alcance de los mismos y su posible extensión están por ver en los próximos días.