Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

domingo, 13 de febrero de 2011

Balance dramático

Estas son las cifras contabilizadas por el RHDP (partido del presidente electo, Alassane Ouattara) hasta la fecha, balance de las violaciones de derechos humanos y acciones violentas cometidas por el gobierno y los partidarios del presidente saliente Laurent Gbagbo desde el inicio de la crisis post-electoral:
- 495 muertos (296 según el recuento más conservador de la ONU)
- 6 fosas identificadas
- 1.124 heridos, de ellos 199 graves y 23 aún hospitalizados
- 825 militantes arrestados, de los cuales 51 permanecen detenidos y 100 desaparecidos.


A pesar de todo se sospecha que sean incluso inferiores a las reales, habida cuenta de la dramática situación que en particular atraviesa el populosísimo barrio de Abobo, en Abidjan, sometido todavía a un riguroso toque de queda, prácticamente inaccesible para las propias fuerzas del orden, y donde se suceden los enfrentamientos desde hace varias semanas.

A estas cifras hay que añadir numerosos casos de violaciones y, según señala la OIM (Organización Mundial de las Migraciones) y ACHNUR en torno a 80.000 desplazados en todo el país, de los cuales unos 42.000 lo habrían hecho hacia el interior y el resto hacia países vecinos: 35.000 a Liberia, unos 2.600 a Mali, 1.800 a Guinea y el resto a Burkina, Benin, Níger y Togo.

Por encima de los acontecimientos políticos (que siguen en un impasse, a expensas de las gestiones hasta final de mes de la delegación de la Unión Africana), incluso del preocupante tsunami económico que amenaza de forma inminente a todos los ciudadanos, es de justicia destacar y denunciar el gravísimo atentado contra la libertad y los derechos humanos del pueblo de Costa de Marfil perpetrado por el presidente saliente y sus secuaces.