Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Calma antes de la tormenta?

[De vuelta ya en Abidjan, tras mi bloqueo de una semana en Camerún].

Universos paralelos
Como en el mundo que describen algunas teorías de la física moderna,  la realidad política de Costa de Marfil de esta semana transcurre en dos universos paralelos en los que se desenvuelve la actividad de los dos gobiernos (¿virtuales?, ¿reales?), recién nombrados por sendos presidentes.

En uno de ellos, Ouattara, el presidente electo:
- nombró ayer a altos cargos de su Administración, incluyendo Gabinete, Primatura, Televisión, Telecomunicaciones y Ministerio de Economia y Finanzas;
- mientras, la ONU habilitaba la sede en la que hasta hoy se aloja y comparece, el Hotel Golf, como sede presidencial oficial .

En el otro, Gabgbo, el presidente ilegítimo:
- celebró la toma de posesión de sus "ministros", un grupo de fieles acólitos, del ala dura, en un gobierno que ha sido calificado "de combate", dejando claras sus intenciones y la voluntad que le anima.

Mientras tanto, en el mundo "real"...
- Thabo Mbeki, el mediador, partió de Abidjan sin disuadir a Gbagbo de sus pretensiones;
- la CEDEAO (Comunidad Económica del África Occidental), reunida en Abuja (Nigeria) a puerta cerrada (hecho sin precedentes), ha suspendido la participación de Costa de Marfil en la organización, reconocido a Ouattara como presidente legítimo y solicitado a Gbagbo que abandone el poder; la Unión Africana ha hecho lo propio;
- Rusia ha vetado, en el Consejo de Seguridad de la ONU, una resolución contra Gbagbo y a favor de Ouattara, bloqueando  la declaración final (a pesar de ello, se anuncian sanciones);
- el representante de la ONU en Costa de Marfil ha expuesto en conferencia de prensa los resultados de su proceso de verificación y certificación de las elecciones, ratificando su validez y otorgando de manera clara e indubitable la victoria al candidato Ouattara.

Abidjan, todavía a medio gas, y con la actividad laboral y ciudadana semi-paralizadas, muestra hoy, sin embargo, un aire de aparente tranquilidad, en abierta contradicción con la realidad política del país, insoportablemente tensa y cada vez más enrarecida, que parece dirigirse, inevitablemente, a un escenario de grave división y enfrentamiento.

Entretanto, me llegan rumores alarmantes de posibles acciones militares en curso...