Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

viernes, 31 de diciembre de 2010

No news... is good news?

Hasta hace unas fechas, y desde que comenzó la crisis a finales de noviembre, no trascendió en España ninguna noticia sobre el tema. En estos días, y ante la escasez de información y el relajo navideño, menudean en la prensa y otros medios noticias sobre Costa de Marfil. Tarde y mal, como era de esperar. Refritos de lo acontecido con un toque sensacionalista que justifique lo "noticiable", y poco rigor.


Me permito transcribir una reflexión del Padre Ramón Lázaro -quien pasó varios años en el país y actualmente trabaja en Congo- en los primeros días de la crisis (extraída de su blog):

"Descubro con dolor los acontecimientos postelectorales en Costa de Marfil y aún con más cabreo (que no dolor) su ausencia en los periódicos españoles. Eduardo Galeano hablaba de pueblos ninguneados. Otros, de pueblos superfluos. Yo lo llamaría "globalización selectiva". ¿Por qué no tienen espacio hasta que no haya imágenes de muertos a machetazos? ¿Por qué nos saltamos todos los pasos previos que conducen a situaciones deplorables y vamos directamente a lo "espectacular"? Mi teoría (ni contrastada ni corroborada) es que en España todo lo que haga referencia a África tiene que ver con hambre, guerras y Sáhara. Y si no hay ni hambre, ni guerras ni Sáhara pues... no existe. Por ejemplo, hace un mes hubo elecciones en Tanzania, el presidente fue reelegido y no hubo problemas, ¿alguien se enteró en España que en un país africano había habido elecciones y no había habido disturbios? Por ejemplo, un albino, minoría oprimida en Tanzania, fue elegido parlamentario, lo cual fue un hecho cualitativamente importante para la historia de este país. Claro, pero ni hambre, ni guerra, ni Sáhara. (...)".