Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

martes, 14 de diciembre de 2010

El efecto mariposa

Sólo una palabra puede definir el estado actual de la crisis marfileña: impredecible.

Dos corrientes de fondo configuran la actualidad del país en este instante: el empecinamiento del presidente saliente y su estrategia de tensión, y la tenacidad del presidente electo, que ha asumido sin complejos su papel. De fondo, el "ruido de sables" característico de escenarios con poca tradición democrática, como es el caso.

Y de nuevo tengo que acudir a un símil de la física que pueda describir la situación: la teoría del caos, que en su versión popular afirma que "una mariposa que aletea en Taiwan puede ocasionar un tornado en Texas..." Sobre ese fondo con dos estrategias claras, una suicida, la otra arriesgada, cualquier pequeño incidente, decisión personal de adhesión u oposición, o iniciativa de acción (sobre todo si viene del ámbito militar) puede ser el detonante de un estallido imprevisible.
Hotel Golf, sede del presidente Ouattara, custodiada por la ONU

Lo que está ocurriendo y es público:
- la Unión Europea ha impuesto sanciones a Costa de Marfil, en forma de prohibición de visado y congelación de bienes a una lista de personas cercanas al presidente ilegítimo;
- éste bloqueó ayer por unas horas la sede del electo, provocando gran tensión y un incidente (unos disparos al aire) cuyo rumor corrió como la pólvora por todo Abidjan. Puro tour de force;
- el primer ministro legítimo, Soro, anuncia para esta semana su traslado a la sede de la televisión nacional, junto con el gobierno, para dar posesión a su nuevo director, y a la sede del gobierno (la primatura) para celebrar un consejo de ministros. La cuestión es ¿cómo...?

Entretanto, y en lo que afecta a la población, dos hechos marcan su realidad inmediata:
- el alza creciente de los precios de los productos básicos, por desabastecimiento; y
- el posible impago de los salarios de los funcionarios y empleados públicos (fuerzas armadas incluidas) por parte del gobierno actual, al no ser reconocida ya la firma de su presidente en las instancias bancarias responsables de la autorización (BCEAO).

Lo que ocurre entre tinieblas, y no es tan conocido.
Se estima la presencia en Abidjan de unos 100.000 hombres armados, y se ha constatado la llegada de abundantes armas a Daloa, localidad del centro-oeste. No existen precedentes, ni en la ciudad, ni en el país, de una situación como ésta...