Durante cinco largos meses Laurent Gbagbo (autoproclamado presidente de Costa de Marfil en las elecciones de noviembre de 2010) usurpó el poder al presidente electo, Alassane Ouattara (recluído durante todo ese tiempo junto a su gobierno en un hotel de Abidjan).
Tras una breve pero sangrienta guerra civil,
el 11 de abril de 2011 fue detenido y puesto a disposición de la justicia, cerrando el capítulo más negro de la aún corta historia del país.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El viaje a ninguna parte

"La Alemania de África Occidental "
Un compañero de trabajo, muy versado en política y relaciones internacionales, me explicaba de forma muy gráfica el sentido de la apabullante unanimidad (Europa, Estados Unidos, Africa) en torno al "caso Gbagbo". "Costa de Marfil es -me decía- la Alemania de África Occidental. Imagínate lo que supondría hoy una guerra en aquél país. Muchos países, occidentales y africanos, se juegan enormes intereses en C.M., porque es el centro  económico de toda la región. Su desestabilización la hundiría en la crisis y el caos".

Algunos de los últimos exhortos internacionales proceden de:
- el Consejo de Seguridad de la ONU que, por fin, ha consensuado una declaración de respaldo a Ouattara;
- la Unión Africana, que ha expulsado temporalmente a C.M. de su seno;
- Obama, que ha advertido en una carta al presidente de severas sanciones si no respeta los resultados.

No obstante, se puede decir que en estos días la situación ha entrado en un sosegado, y, no por ello menos inquietante, impasse, que no permite clarificar en absoluto la salida al conflicto y que mantiene intactos la incertidumbre y el miedo.

En lo que me afecta (mi familia partió ayer), miles de personas, marfileñas y extranjeras, están abandonando el país por temor a posibles enfrentamientos armados, y a la espera de tiempos mejores.

La vida sigue
Por otra parte, los marfileños comienzan a despertar poco a poco del letargo impuesto de las últimas semanas y, mal que bien, van retornando a sus actividades cotidianas. Ganarse el pan, principalmente.

Abidjan presentaba hoy un aspecto casi "normal", con comercios ya abiertos, incipientes atascos en las vías más concurridas, cada vez más gente por la calle y el ruido y la contaminación casi habituales. Se diría que el común de sus ciudadanos despierta de un mal sueño...

Pero, mientras tanto, en las alturas, Gbagbo, terco, sigue "erre que erre".